Trás el periódo vacacional, te damos unos TIPS para que tu vuelta a la práctica del yoga sea lo más fácil y agradable posible:
- Comienza despacio.
Si no hiciste yoga en todo el verano, puede que no sea la mejor idea saltar directamente a esa sesión de Bikram de 2
horas de inmediato. Comienza con calma y practica lentamente para que puedas concentrarte en los aspectos meditativos importantes del yoga. Intentar saltar demasiado rápido puede hacer que te quemes y presiones «pausar»
en tu práctica nuevamente.
- Establece una intención y ¡repítela!
¿Qué te trajo a tu MAT en primer lugar? ¿Buscabas un momento de paz, o tal vez una forma de conectarte con tu verdadero yo? Cuando reinicias tu práctica, establece una intención para esa práctica. Esto es diferente de un
objetivo: «aprender a hacer una parada de cabeza» no es una intención de la forma en que lo decimos. En cambio, es más como una aspiración hacia la que puedes crecer. Sigue repitiendo esta intención antes, durante y después de tu práctica, especialmente durante esos momentos difíciles cuando tu intención se siente más alejada.
- Haz tiempo.
A pesar de lo que puedas creer, TIENES tiempo para practicar yoga, solo tienes que hacerlo. Intenta configurar tu despertador quince minutos antes para crear un pequeño espacio de tiempo para tu práctica de yoga por la mañana.
Después de una semana o dos, vuelva a configurar el reloj hasta que puedas obtener una sesión completa antes de que comience tu día.
- Prueba a otra hora del día para ver qué te sientes bien.
Quizás la mañana no sea el mejor momento para practicar yoga. Algunos de nosotros simplemente no somos gente de la mañana, y ninguna cantidad de café va a arreglar eso.
En lugar de levantarte temprano para una sesión de yoga energizante, intenta una secuencia que te dejará sintiéndote tranquil@ y centrad@ antes de acostarte. ¡Cualquier momento del día es el momento adecuado para una práctica de yoga, incluso si tienes que exprimirlo durante el almuerzo!
- Escríbelo.
Nada te mantiene motivad@ como un registro de tu progreso. Mantén un breve diario sobre su práctica, anotando a qué hora practicaste y por cuánto tiempo. Siéntate libre de agregar notas adicionales sobre lo que te sentó bien, lo que necesita trabajo y qué pensamientos y sentimientos surgieron durante tu práctica. Esto no solo te mantendrá motivado, sino que también te ayudará a involucrar tu práctica en un nivel aún más profundo.
- Sé fácil contigo mismo.
Nada mata una práctica de yoga como demasiada presión para hacerlo bien. Aclaremos esto: ¡no existe un yogui perfecto! Establece
expectativas que realmente puedas cumplir, pero no seas dur@ contigo mism@ si no siempre puedes llegar a tu objetivo.
Después de todo, el yoga no se trata de lograr la pose perfecta del cuervo, o qué accesorios usas, o incluso qué tan lejos puedes esforzarte durante tu práctica. Tu práctica de yoga se trata de ti. Cuídate, pase lo que pase.